Sin embargo, algo debió haber sucedido, pues a partir de ese
día comenzaron mis problemas para hacer captions. Empecé a notar que mi cerebro
funcionaba más lento, me costaba trabajo concentrarme en mis estudios y mis
boletines universitarios empeoraron notablemente. También empeoró mi
imaginación y mis caps se volvieron repetitivas y previsibles. Desde aquel
momento necesitaba pasar horas delante del ordenador para hacer una cap y,
precisamente, cuando llevaba varias horas intentando hacer una, conectó Gonzaga
2 y me abrió una caja de chat.